Salidica con los de Ceutí
Manolo, alias el Capitán Araña, organizó esta salida después de conocer a los amigos de Ceutí en la subida a Carrascoy, pero problemas conyugales imprevistos lo han dejado en tierra a última hora. También le ha pasado algo parecido al amigo Pepe, y también a los demás, que han ido cayendo poco a poco por diversos y oscuros motivos.

A las 8 y media me reúno en el albergue de La Calera con Anémico, TorreCeutí, Raspa y José, también del grupo de los Anémicos y al que no conocía.
Y comenzamos la subida, así, a pelo, sin anestesia, y mis resoplidos empiezan a resonar por todo el Valle de Ricote.

Un pequeño descanso para reponer fuerzas y otra vez para arriba, hasta que llegamos de nuevo a la pista y al cruce de caminos, que tomamos hacia arriba y un poco más adelante nos desviamos por una estrecha pista donde el amigo Raspa hace un extraño y se sale del camino sin mayores consecuencias.

De todas formas, y debido sobre todo al cansancio y al calor, en un par de ocasiones estoy a punto de despeñarme, e incluso en una de ellas el amigo Raspa me tiene que agarrar la rueda de atrás para asegurarse que no pierde un amigo, gracias Raspa.

Parece increíble pero a los amigos de Ceutí no les arañan la piernas las zarzas, parece que tienen curtida la piel después de muchos años de pasearse por la zona.


Por fin se divisa el albergue y en un último esfuerzo nos llegamos hasta allí para disfrutar del merecido descanso. Un poco de agua para refrescarnos de unas garrafas que los chicos llevan para la ocasión y un buen trago de una mochila que lleva José y que está helada. La verdad es que van muy bien preparados y solo les falta una camilla de masaje y una buena masajista de manos suaves y expertas.

Ha sido un día estupendo y se ha disfrutado de lo lindo, aunque la próxima vez no me vengo sin unas buenas espinilleras.
Gracias a los amigos de Ceutí por la paciencia que han tenido conmigo y hasta la próxima.
Saludos Parcelarios.

