13 mayo 2006

Las Columnas - Senda Quebrada

Hoy tenemos una ruta tranquilita por El Valle, hemos quedado Jose Miguel y yo a las 9 y salimos para arriba, subiendo por La Fuensanta.
Llegados al albergue propongo subir por Las Columnas y Jose Miguel accede después de quejarse un poco de la dureza de la subida. Le gusta quejarse pero luego sube como una moto.
A medio camino nos encontramos a Los Lobos que han montado un pequeño espectáculo intentando bajar una corta pendiente si poner pie a tierra. Después de un rato desisten del empeño y continuamos la subida hacia El Relojero.
Una vez llegados arriba decidimos buscar el inicio de la Senda Quebrada, que baja hasta el camino de Los Puros y que hemos oído que es trialera y divertida.
Preguntamos a algunos de los que están arriba y uno de ellos se ofrece a acompañarnos y mostrarnos el camino.
Bajamos por el cortafuegos y cuando llegamos al camino que vuelve a las columnas nos tiramos para la izquierda embocando el inicio de la Senda Quebrada.
Esta resulta ser una bajada algo trialera pero rápida, cuyo mayor peligro estriba en una profunda y continua rodera que transcurre por el centro del camino y que tienes que ir esquivando para no meterte en ella, ya que amenaza con no volver a dejarte salir.
Por fin llegamos al final de Camino de los Puros y pensamos en volver por la Senda Bonita, pero Jose Miguel tiene algo de prisa y decidimos bajar por Los Serranos, que es la ruta más corta.
El amigo que nos ha mostrado el camino de la Senda Quebrada, que resulta llamarse también Jose Miguel y ser de La Alberca, decide acompañarnos para abajo y, después de una rápida bajada a tumba abierta, llegamos a la carretera del puerto y finalmente a Los Dolores, donde nos despedimos hasta otra.
Saludos Parcelarios.

07 mayo 2006

Nocturna Lorca - Coy

¿Qué tendrá la noche que nos atrae de esa manera?

Hace frío, está oscuro, todo es más difícil y peligroso. Y sin embargo, desafiando todo esto, un grupo de intrépidos bicicleteros hemos preparado una ruta nocturna para disfrutar de esa magia que tiene la noche y que no se puede comparar a ninguna otra hora del día.

En este caso la ruta ha sido organizada por la Asociación Lorca Santiago y eso es garantía de diversión y buena organización.

Hoy somos tres los valientes que vamos a participar en esta curiosa ruta: Manolo, Pepe y yo, que nos vamos para Lorca en dos coches porque yo me tendré que volver a la mañana siguiente ya que tengo un compromiso familiar ineludible (comunión al canto).

Nos reunimos en la plaza del Ayuntamiento de Lorca a las 8 de la tarde y ya se empieza a respirar el ambiente inconfundible previo a una salida. Aunque esta vez es un poco especial porque no es habitual que el sol esté en su ocaso mientras se hacen los preparativos.

Para esta salida me he equipado con dos luces acopladas al manillar y una tercera en el casco, aunque vistos los artilugios que llevan algunos creo que me voy a quedar corto. Varios de los compañeros han acoplado una batería de moto al cuadro y unos proyectores de fabricación casera hechos con unos focos halógenos insertados en algunos recipientes curiosos como latas de aceitunas.

Por fin se da la salida y cruzamos Lorca precedidos por las sirenas de la policía y seguidos por los coches de apoyo. Vamos ahorrando baterías ya que todavía no ha oscurecido del todo y las necesitaremos más adelante.

El camino está salpicado de charcos que nos obligan a esquivarlos si no queremos mojarnos. Ya veremos que pasa cuando oscurezca del todo y no se vean tan claros.

Poco a poco se va yendo la luz hasta que nos quedamos a oscuras por completo. Tenemos poco más de media luna en cuarto creciente, pero como hay unas cuantas nubes no basta para alumbrar el camino y tenemos que tirar de lámparas.

Los charcos se van haciendo más frecuentes cada vez y, aunque vamos avisando a los de atrás, de vez en cuando alguno se mete de lleno en uno de ellos, salpicando a todo el mundo y provocando el cachondeo general.

Conforme nos vamos acercando a Coy tenemos cada vez más charcos y más barro, parece que por aquí ha caído un buen chaparrón recientemente y algunos se van clavando en el barro y acumulando capas y capas en horquilla, frenos y pedalier.

La ruta no es muy dura y se hace amena porque vamos todos agrupados, gastando bromas e intentando no pisar los charcos ni meternos en un barrizal, pero cuando llevamos ya casi 40 Km se tienen ganas de llegar y pegarte una ducha, quitarte todo el barro y tomarte una cerveza, y no necesariamente por ese orden.

Por fin divisamos Coy en lo alto de una loma y hacemos el último esfuerzo por llegar y disfrutar del merecido descanso para nuestra espalda, piernas y culo.

Una gran parte de los participantes se vuelven en un autobús habilitado al efecto y el resto nos quedamos a dormir en el albergue de Coy que resulta estar muy bien provisto y ser bastante cómodo.

Una vez recuperadas fuerzas con unas cervezas y unos bocadillos nos damos una ducha y nos vamos a tomar unos cubatas en uno de los dos bares del pueblo, donde nos pegamos unas risas y disfrutamos de unos brugales con cocacola a 2,5 euros cada uno, que es la primera vez que los pago a ese precio, porque cuando eran tan baratos se cobraban en pesetas.

A la mañana siguiente después de un sueño reparador, solo turbado por algunos ronquidos de Pepe, disfrutamos de un suculento desayuno y se prepara la vuelta a Lorca en bicicleta por una ruta alternativa. Lamentablemente no puedo acompañarlos sin sufrir de graves problemas familiares y, gracias a la furgoneta que me presta Juan Calos, puedo volver a Lorca y llegar a tiempo a la comunión.

Ha sido una experiencia distinta y que ha merecido la pena, pero si la vuelvo a hacer el año que viene, me voy a asegurar una buena fuente de iluminación, que ya tengo pensada.

Saludos Parcelarios.