09 agosto 2006

El Sueño de una Noche de Verano

En un post de foromtb renegué de las nocturnas alegando que dos de los alicientes del mountain bike, que son los paisajes y las bajadas a tumba abierta, se perdían por completo. La verdad es que fue una opinión osada, ya que solo había participado anteriormente en una nocturna, que fue la de Lorca-Coy, y tuvimos la mala suerte de que estaba nublado, había tantos charcos que te embarrabas y yo iba con unos focos del Carreful que no alumbraban un carajo. A pesar de eso me divertí, pero me fui pensando que lo mismo se puede hacer de día y va todo mucho mejor.

En esta ocasión la salida nocturna por El Valle ha sido muy diferente y me ha hecho replantearme mi opinión sobre las nocturnas.

En primer lugar la gente, que éramos pocos pero buenos, y que empezamos con muy buen rollo en el parking de un centro comercial de esos vascos: El amigo Pepe, Manolo, Pepegar, Jose Miguel Trek, Antonio Murcia y un servidor.

En segundo lugar la luna llena que nos ha permitido subir casi todo el recorrido sin luces y disfrutando de un paisaje mágico y de un fresquito inusual en el mes de agosto en Murcia.

Y en tercer lugar el artilugio alumbratorio que me he fabricado con un halógeno de techo y la batería del portátil y que me ha permitido bajar a toda leche por El Sequén y repartir luz para todos los compañeros que estaban más cariñosos conmigo que de costumbre y no se separaban de mí.

La ruta en sí no tiene mucho que comentar, ya que la hemos hecho muchas veces: subida por Los Puros y bajada por El Sequén, pero hacerla a la luz de la luna y sobre todo las vistas de Murcia iluminada desde El Relojero y también del Mar Menor y La Manga han merecido mucho la pena.

Por cierto, en la garita de las antenas nos hemos encontrado a un chaval de la empresa de comunicaciones que estaba haciendo nosequé y que se ha enrollado un rato a charlar con nosotros. Muy majo el tío.

Al llegar al Valle nos hemos pegado un festival en el chiringuito, que estaba todavía abierto a la una de la madrugada, a base de cervecitas y montaditos. Aunque un servidor, que ya había cenado antes de salir, ha optado por un Brugal con Cocacola que me ha sentado de película.

Bueno, pues lo dicho, con buen tiempo, buena compañía y buenas luces, las nocturnas son otra cosa y habrá que repl
antearse el tema para futuras ediciones.

Por cierto, las fotos son de un móvil que, de mayor, quería ser cámara.

Saludos Parcelarios.

2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Se habran quedado flipaos los del chiringuito cuando os han visto bajar xD

2:43 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Pues eso, que el vigilante de la garita se llama Joaquín y ese día le tocaba turno de noche.
Conmigo se ha portado muy bien cuando he llegado arriba sin agua o sin papel para alguna emergencia...

10:41 p. m.  

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