10 abril 2006

P.N. de Los Alcornocales - Algeciras

Hoy es lunes santo y estoy en Algeciras, me he cogido unos días libres para venir a ver a mi hermano Moi y voy a aprovechar para hacer una ruta por el Parque Natural de los Alcornocales, que he visto en Internet que tiene buena pinta.

Me he bajado algunas rutas de la web de Pirubike y ya las tengo cargadas en el GPS, a ver si soy capaz de seguirlas sin perderme porque voy a ir totalmente solo, como en los viejos t
iempos.

Salgo a las 9:30 y me dirijo al comienzo de la ruta en Los Barrios, una vez cruzada la población tomo una pista a la derecha y comienzo una subida bastante empinada. El paisaje es muy verde, con prados donde pastan vacas y algunos árboles dispersos. Voy cruzando algunas puertas de madera que parecen estar para que no cruce el ganado, porque no prohíben la entrada pero sí que ruegan que no se dejen abiertas.

Despues de cruzar una planta de tratamiento de basuras empiezo a ver letreros del Parque Natural y algunos alcornocales con su típico tronco pelado cuya corteza habrá servido para tapar muchas botellas de vino.
El paisaje es realmente precioso y muy distinto al del sureste, se ven algunos pinos pero sobre todo abundan los
alcornocales. Allí donde no hay árboles se extienden verdísimas praderas que te hacen pensar si no estarás en Galicia.

Al fondo se ve el Peñón e incluso las costas de Africa y luego al dar una curva aparece abajo el embalse del Charco Redondo, un bonito pantano con praderas que bajan hasta el agua y donde pastan rebaños de vacas marrones, las cuales, por cierto, me he encontrado a menudo por el camino e incluso he llegado a pasar a muy pocos metros de ellas, mientras me miraban con una cara como diciendo: “De donde ha salido esta vaca tan flaca, como se acerque un poco más le voy a dar un topetazo que se va a enterar”.

He hecho una parada para contemplar el bonito paisaje y de repente me pasan por delante un par de enormes aves rapaces, ¡esto ya es lo máximo!, no se si son águilas o buitres, pero uno se queda extasiado viéndolos evolucionar con su majestuoso vuelo.

Finalmente llego a la autovía y me paso un rato i
ntentando encontrar la ruta de vuelta, los mapas que llevo no son muy detallados y uno de ellos está mal calibrado, pero finalmente doy con la ruta que discurre por la carretera antigua, no sin antes meterme en un zarzal y arañarme las piernas de arriba a abajo.
Un par de veces más equivoco el camino por culpa de los mapas, pero finalmente me sitúo en la ruta correcta y continúo el camino de vuelta por la carretera antigua, la cual no tiene mucho que comentar, salvo que paso por una extraña formación rocosa llamada La Montera del Torero y que realmente parece una montera de un torero gigante.

Voy ahorrando batería del GPS porque llevo ya cuatro horas encima de la bici, pero finalmente no aguanta más y se muere. Ahora veremos si encuentro el camino sin el cacharro. Menos mal que el Peñón es una referencia inequívoca y ya solo me queda una parte del cami
no que es la misma que he hecho a la ida.

Ya me van quedando pocas fuerzas y el culo me está martirizando, finalmente voy a tener que cambiar el sillín por uno más blando. La ruta se ha convertido en una paliza de 60 Km, pero realmente ha merecido la pena.

Ahora unas cervecitas con el Moi para recuperarse y hasta la próxima.

Saludos Parcelarios.

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